jueves, 5 de octubre de 2017

Cumpleaño

Antes que nada, me presento como es debido:
Soy Lu de las libretas, cofundadora de Con la falda remangada, khaleesi de mis socios, la más que manda, la que no pinta, madre de diseños y textos, protectora de la marca y echadora de broncas.

Hace muy poco que Con la falda remangada ha cumplido un año y ese es el motivo por el que hoy les escribo. Este proyecto nació de la necesidad creativa, de las ganas de fabricar algo enteramente nuestro, donde sentirnos cómodos y libres. Surgió del impulso de expresar algo y saber si había alguien al otro lado. Y qué suerte tuvimos, porque allí estaban ustedes.

Nuestro engendro creció, muy lento al principio. Ahora empezamos a recoger las semillas que plantamos, y queremos celebrar eso. No, no se equivoquen, no hablo de dinero. No vinimos aquí para hacer el agosto, no tenemos alma de comerciantes, quizá ni siquiera nos sabemos vender bien. La recompensa es otra, la recompensa es sentir valoradas nuestras muchas horas de trabajo, el viento y la lluvia, las discusiones para ofrecer un resultado del que nos podamos sentir orgullosos. Les quiero contar que Con la falda remangada se ocupa de seguir siendo un proyecto humilde, con cimientos sólidos, que se cuida mucho de no prostituirse.

Quizá no se han dado cuenta, o quizá sí, pero detrás de Con la falda remangada hay una lucha. Hay cosas que decir, un mensaje que transmitir, y ahora, que recuperamos el aliento, lo hacemos para hablar más alto y con más fuerza. El objetivo es que nuestra línea de trabajo exprese de una forma más tangible que hasta ahora lo que se cuece en nuestras entrañas, sin dejar de lado la temática habitual que nos salva de llevar una vida gris.

Ahora les voy a presentar a mi equipo:
Ra, cofundador de esta historia, artista por excelencia, son sus manos las que ilustran. Paciente como nadie, pues soy yo la que le hace repetir diseños, la que cambia de opinión, la que discute cada idea y la echa para atrás las veces que considere necesario. Ra es el corazón,  pierde horas de sueño cada día para que todo esto siga en marcha.
Yoyo, siempre estuvo en la sombra pero se incorporó oficialmente tiempo después de comenzar la andadura. Es el que permite que Ra y yo podamos volar, el que construye la base, del que se suele decir "sin él nada de esto sería posible". Yoyo es el cerebro y el que sufre taquicardia si las cosas salen mal.
Yo sólo soy la que mantiene las piezas unidas, la que no se olvida de echar carbón al motor.

Mentiría si dijera que mi equipo acaba aquí. Debemos una mención especial a Mau, que cree más en nosotros que nosotros. A Diana, por ser nuestra primera y más fiel fangirl. Y a todos ustedes. Es un placer ponerles nombre en redes y cara en la calle. Son los que hacen que no nos queramos despertar de este sueño. Gracias por haber sabido ver, entender y valorar.

Continuamos nuestra marcha con paso firme, ¿nos acompañan?

1 comentario:

  1. A seguir luchando,ustedes pueden con eso y con mucho más,Luci castigalos cuando haga falta sobre todo a yoyo �� no les deseo suerte porque se que la tendrán a por el 2018 chicos

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